17 sep 2012 Senyora Pérez, parli
Muchas preguntas. Con la cabeza fría, como hay que actuar siempre en democracia, es evidente que -al margen de la respuesta que sobre el pacto fiscal dé Mariano Rajoy el jueves a Artur Mas- la sociedad catalana necesita ir a unas elecciones para empezar a responder cuestiones importantes que, de sopetón, todo el mundo se hace, en la calle, el lugar de trabajo, el hogar y con los amigos. El adelanto de los comicios debe servir para acercar el mundo de las impresiones al mundo de la realidad contable y, por tanto, gestionable políticamente.
¿Cómo serán estas elecciones? Tendrán un aire plebiscitario y -añado- constituyente, sea dicho sin exagerar. Veremos siglas nuevas y habrá una redefinición de discursos y una recolocación de actores, singularmente del mundo socialista. La candidata del PSC podría ser Chacón, disputando el «no» y el mensaje del miedo a Sánchez-Camacho.
Sin despreciar a nadie, la clave de esta cita electoral la tendrán los electores de CiU, una parte de los cuales no se han manifestado nunca como partidarios de nada parecido a la independencia o el Estado propio. Retengan esto: CiU es la opción que tiene hoy más votos independentistas y, a la vez, tiene un apoyo muy amplio entre muchos a quien -hasta ahora- ya les va bien la autonomía.
¿Se acuerdan de la señora Pérez? Les había hablado de ella otras veces. Es una votante de CiU poco ideológica, muy lejos de los militantes convergentes. Pujol y Mas han ganado en las urnas porque las señoras y señores Pérez son muchos y, además, les cuesta abstenerse. «Porque defienden lo que es nuestro, aquí y en Madrid». Esta es la respuesta de Pérez cuando se le pregunta por su elección. Ella nunca piensa que Unió y CDC son dos y tampoco pierde ni un segundo en las diferencias entre Duran y Mas.
El futuro de Catalunya está, en gran parte, en manos de la señora Pérez. No digo que el resto no cuente, pero es el mundo de las señoras Pérez el que hará triunfar o fracasar un proceso de divorcio entre Catalunya y España. ¿Salió a la calle la señora Pérez, el día 11? Por supuesto. Era la segunda vez que lo hacía, la primera fue el 10 de julio de 2010.
La noticia, sin embargo, es que, el pasado martes, la acompañaron su hermana -con la cual habla siempre en castellano- y también su cuñado, votante fiel del PSC a quien Artur Mas -hasta esta semana- provocaba urticaria. Por cierto, muchas personas que se declaran muy lejos de CiU me han elogiado a Mas por su intervención después de la Diada y -sobre todo- por su discurso en Madrid, histórico. El presidente ha llegado a muchos ciudadanos y ha ganado autoridad.
Son incontables las presiones sobre Mas. Unos quieren que corra y otros que frene. Y hay quien quiere que se desdiga. Pero él se debe, sobre todo, a la señora Pérez. Diría que lo sabe perfectamente.