18 dic 2015 Els paletes del 20-D
Jóvenes, viejos, urbanos, rurales, digitales, analógicos, indignados, conservadores… Los candidatos se dirigen a una sociedad que los gurús fragmentan en decenas de categorías para tratar de llegar a todo el mundo. A los abuelos les tienes que hablar de pensiones, y así va todo. ¿Por qué vota la gente? ¿Qué cree votar cada uno cuando vota? ¿Por qué se escoge una cara y no otra? Ejércitos de politólogos y asesores se dedican a estudiar estos misterios, pero siempre hay sorpresas que desdicen las teorías. Afortunadamente, la política es –como el arte– un terreno donde todavía es posible el accidente que reinventa el mundo. Sin el accidente, todo estaría escrito. Sin el accidente, los ingenieros del alma lo tendrían muy fácil. El domingo estamos llamados a las urnas, nuevamente. Dicen que, esta vez, todo está muy abierto.
Circula por la red un vídeo muy agudo: alguien ha doblado un fragmento de una película de Tarantino, Pulp fiction, para explicar brevemente cómo se plantean estos comicios. Que el elector no acostumbra a leerse el programa de ningún partido es algo habitual, y ahora pasa lo mismo. “Es como pagar a un albañil –dice el personaje que interpreta Travolta– para que te haga una reforma sin que te explique lo que va a hacer”. Brillante definición del problema. Más allá de las mitificaciones baratas, el 15 de junio de 1977, primeras elecciones de la democracia, funcionó del mismo modo. ¿Piensan que los ciudadanos reeducados por el franquismo en la resignación cotidiana se leyeron los programas de los centenares de partidos que inauguraban la nueva etapa? El programa ganador de entonces era Suárez, un galán apuesto que conectaba con la mayoría silenciosa (forzosamente callada durante casi cuarenta años) y apolítica, con algunas excepciones, como Catalunya, donde ganaron socialistas y comunistas. Cuando Rivera repite que quiere ser el Suárez de ahora no sabe qué dice.
De 1977 al 2015. De la transición a una supuesta nueva transición. ¿Qué quería la gente entonces? Estaba claro: salir del pasado, de la Guerra Civil, del franquismo, del cuartel, del miedo. ¿Qué quiere ahora el personal? Hacer un reset, dicen algunos. Unos quieren eso y muchos otros sólo esperan que las cosas no se muevan. También hay los que desean expresar el cabreo, como los miembros de la PAH de Vilanova i la Geltrú, que han exigido explicaciones a Chacón, importante dirigente de un partido del que han salido muchos cuadros que ahora ponen orden y realismo en el Ayuntamiento de Colau. La alcaldesa –recuerden– subió a los altares políticos gracias a su tarea al frente de la organización contra los desahucios. Paradoja sobre paradoja. El enemigo de ayer es tu padrino de hoy.
Votar para huir o para ganar. Votar sin ánimo o votar como quien palpa la fruta estropeada.