30 ene 2022 Testimonio transformador
Saludo al escritor Alejandro Palomas en una sala de TV3, donde coincidimos, antes de que él sea entrevistado por Lídia Heredia en el programa matinal. Le felicito por el valor de su testimonio, que se ha podido leer en La Vanguardia (buena pieza de Domingo Marchena) y otros medios. Palomas ha revelado los repetidos abusos sexuales que sufrió de niño, por parte de un religioso que fue su profesor en La Salle de Premià de Mar. En todas las entrevistas, habla del dolor que ha arrastrado durante toda su vida, en unos términos que sobrecogen por la sinceridad, la precisión y la claridad con que los describe. Me quedo con una frase: “He recordado aquello durante cada día de mi vida”. Se refiere a la noche en que fue violado por ese individuo, protegido por su hábito.
Me fijo en un dato: Palomas nació el mismo año que yo, 1967. Compartimos un mismo contexto cronológico, pero su experiencia radical como víctima de abusos le ha dado una perspectiva que yo apenas puedo imaginar, por mucha empatía que sienta. Y me fijo también en los ojos de mi coetáneo: no me atrevo a decir que son tristes, pero rompen al interlocutor con mil interrogantes sobre la responsabilidad invisible de una sociedad que abandonó a miles de pequeños en un infierno que no se denunciaba, pero “todos sabían” que pasaban “esas cosas”. Porque “todos sabían” que el hermano L tocaba a los muchachos y demás.
Los ojos del escritor Alejandro Palomas rompen al interlocutor con mil interrogantes
El testimonio de Palomas representa un cambio de rasante sobre la percepción social en España de los abusos sexuales en instituciones religiosas (y en otros entornos con menores al cuidado de adultos) durante décadas. Por la proyección del autor catalán y por la forma cómo transmite su experiencia, su caso encuentra más eco que el de otros que sufrieron situaciones similares. El prestigio y la popularidad de Palomas sirven para que más ciudadanos tomen consciencia de una sórdida y grave realidad que exige actuaciones a diversos niveles. No podemos disimular.
Que el PSOE diga que se abre a investigar en el Congreso los abusos sexuales en la Iglesia es importante, pero todavía lo es más que Palomas sirva como ejemplo para los que siguen sufriendo en silencio un pasado de horror y soledad. Para que todo el peso de la justicia caiga sobre los criminales y los que les ampararon y todavía lo hacen.