05 nov 2011 Com parlar-li al perdedor
Entre los datos del último sondeo del CIS y el cara a cara televisivo del lunes próximo, los candidatos van haciendo aquello que las agendas les mandan con un ánimo descriptible. Esta es una campaña tan prescindible y sosa que sólo me parece apasionante en sus microdetalles. Un ejemplo: ¿Se han fijado en las visitas rituales que hacen los candidatos a las empresas, laboratorios de investigación, universidades y lugares similares? De vez en cuando, se detienen delante de alguna máquina y atienden explicaciones extremadamente sofisticadas. ¿Creen ustedes que el protagonista escucha de veras? Si la visita se hace luciendo bata blanca o mono azul y casco, las imágenes de la tele tienen mejor pinta.
¿Me pregunto cómo le deben hablar en estos encuentros a Rubalcaba? ¿Si eres el responsable de aquella empresa o de aquel centro de investigación, cómo te lo haces para que la comedia delante del perdedor cantado de las elecciones no sea completamente absurda? ¿Y también me pregunto cómo puede el perdedor escenificar con gracia y dignidad su complicado papel? Ahí se demuestra sin trucos la profesionalidad y soltura del interfecto.
El año 1980, cuando las primeras elecciones catalanas, circulaba un comentario según el cual «hay dos hombres en Catalunya que no pueden dormir: uno es Joan Reventós, porque ya se ve presidente de la Generalitat; y el otro es Jordi Pujol, por lo contrario». Aquella vez, todas las previsiones fallaron y ganó el líder nacionalista. Ahora no habrá sorpresas. Rajoy deberá arremangarse. Por eso no acabo de entender tanta euforia en los populares.