16 dic 2001 Josep Àngel Saiz Meneses – Auxiliar de so
Josep Àngel Saiz Meneses . Es, a sus 45 años, el obispo más joven de España. Su nombramiento ha levantado las críticas de sectores de creyentes y de grupos de sacerdotes y ha mostradoun considerable malestar en la Iglesia barcelonesa. El nuevo obispo auxiliar de Barcelona tendrá́ tareas curiales, no territoriales, que en la práctica implica convertirse en el apoyo directo del cardenal Carles. Tiene fama de trabajador y fiel. Estudió en Toledo y se le intuye duro como el acero de allí́, pero sin exhibir brillo.
Debe ser algo que se le pegó cuando trabajó en unos estudios de grabación, antes de marchar al seminario de Toledo, donde se ordenó en 1984. Entre micrófonos, cintas y pruebas de voz, debió́ convertirse en un auténtico técnico en alta fidelidad, de tal forma que hoy aún conserva en su interior aquel eficaz auxiliar de sonido que un día fue. Porque es la fidelidad y el sentido estricto de la obediencia lo que más destacan de su trayectoria sacerdotal diversas personas que le conocen. Y aquello que el cardenal Carles parece haber valorado en monseñor Josep Àngel Saiz Meneses.
En ámbitos muy dispares de la Iglesia barcelonesa señalan que se trata de un hombre con una concepción marcadamente jerárquica de la vida eclesial, con gran capacidad de trabajo, disciplinado y capaz de dar confianza al cardenal en unos momentos de inquietud en la diócesis. Conservador en asuntos de fe y preocupado por incrementar y abrir la labor social de la Iglesia, Saiz aparece como un sacerdote tímido y emprendedor cuya ordenación episcopal ha provocado criticas y ha dejado entrever el malestar de sectores importantes.
Se discute, en primer lugar, la oportunidad de un nombramiento que se produce tardíamente, dentro de la prorroga de dos años para el pontificado del cardenal Carles en Barcelona, lo que convierte la figura de Saiz Meneses en una herencia muy particular dentro de la curia.
El segundo punto que ha generado fricción es el método seguido, puesto que hay voces que señalan un déficit de consultas al respecto, aunque desde entornos cercanos oficiosos se recuerda que los primeros informes confidenciales preceptivos se remontan a 1997.
El tercer motivo de polémica es el hecho de que Saiz cursara sus estudios teológicos y fuera ordenado en Toledo. Según fuentes discrepantes, es falso que se esté hablando sobre el grado de catalanismo del nuevo obispo. Para estos círculos, lo significativo es recordar que, a media- dos de los 70, quienes escogían el seminario de Toledo lo hacían porque consideraban que la apertura del seminario de Barcelona animada por el cardenal Jubany era sospechosa.
La amplitud de miras de Barcelona contrastaba con la rigidez toledana. Además, llueve sobre mojado, pues el cardenal ha nombrado para dos puestos más –el nuevo secretario general y el nuevo vicario episcopal para el Vallès Occidental– a sacerdotes también formados en Toledo.
Hijo de pequeños propietarios rurales que llegaron a Cataluña desde Sisante, en Cuenca, para dedicarse a los ultramarinos, Saiz sintió́ la vocación muy pronto. Su hermano mayor pasó por el seminario antes, pero lo dejó, y había también un tío cura. En el seminario menor de la Conreria, en Tiana, Saiz era el encargado de la cartelera y de coordinar los deportes. De aquellos años, de los 11 a los 18, guarda el gusto por la lectura de los clásicos griegos y latinos y los primeros pasos en el catalán, con títulos como “El zoo d’en Pitus”.
En Toledo ejerció́ como rector de pueblos casi vacíos y, aunque don Marcelo tenia pensado enviarlo a Roma a estudiar, Saiz pidió́ volver pronto a Cataluña. Aquí́ ha sido responsable de pastoral universitaria en la Universitat Autònoma de Barcelona, consiliario de los cursillos de cristiandad, vicario de la parroquia de Sant Andreu de Palomar –el barrio de su familia– y rector de la iglesia de la Mare de Déu del Roser, en Cerdanyola. Su tesis doctoral se la dirige el progresista Rovira Belloso. Parece que ahora tendrá́ poco tiempo para acabarla.