16 may 2016 De Borrell a Parlon
Los socialistas han conseguido, estos últimos días, un prodigio de contorsionismo: a la vez que Collboni pacta en Barcelona con Colau, Batet ataca duramente a los comunes y Podemos porque –supongo– le han dicho que eso puede frenar el derrumbe de los suyos el 26-J; a la vez que ficha al jacobino Borrell para un hipotético futuro gobierno, Pedro Sánchez incorpora al mismo grupo de notables a Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, partidaria del derecho a decidir y voz crítica con algunas actuaciones del aparato. Una de cal y otra de arena.
¿Pero cuál es el alma dominante en la dirección? Para desempatar hay que observar otras figuras de las que han sido llamadas a vender el producto. Hay un nombre que lo dice todo: Manuel Cruz, nuevo número dos de la lista del PSC en las generales, que llega después del terremoto que ha producido el adiós de Chacón. El profesor de filosofía y presidente de Federalistes d’Esquerres es un opinador especializado en la demonización sistemática de los independentistas. Tiene todo el derecho a ello, por supuesto. Pero en este ejercicio de celo inquisitorial contra el mal separatista no se le adivinan muchas convicciones federalistas (ni simétricas ni asimétricas) y sí, en cambio, un centralismo de piedra picada que podrían suscribir perfectamente los dirigentes de C’s y del PP. Hay que agradecer, sin embargo, que ponga en ello menos bilis que Joaquim Coll.
Cruz había sido también muy crítico con el socialismo catalán de otros momentos, porque lo veía demasiado próximo al nacionalismo y poco beligerante con el adversario. Así lo escribió hace diez años, cuando Montilla presidía la Generalitat: “Hay perseverancias que asombran, y esta es una de ellas. El PSC ha cometido, por enésima vez en lo que llevamos de democracia, el error de querer jugar en el terreno equivocado, en el que nunca va a poder vencer. Se ha empeñado en aparecer como el más nacionalista y ahí siempre será penalizado (haga lo que haga: y, si no, que se lo pregunten a Maragall), mientras que a los partidos nacionalistas todo les será perdonado (y, si no, que se lo pregunten a Mas, funambulista impune donde los haya)”. Por lo visto, Iceta ha hecho caso al profesor (que ahora –por cierto– tendrá que acostumbrarse a recibir críticas a menudo, como cualquier diputado). En el 27-S, el programa del PSC ya no contenía ni una línea favorable al derecho a decidir. Con todo, y vistos los resultados declinantes de los socialistas, no parece que ponerse al lado del PP y C’s sea la receta mágica.
Borrell y Cruz, he aquí el mensaje estimulante del PSOE sobre Catalunya. He aquí “el catalanismo valiente” que anuncia solemne Batet. Ni todo el sentido común de Parlon podría compensar determinadas apuestas. ¿Entenderán este festival los alcaldes y concejales del PSC que gobiernan con CDC un montón de municipios?