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Francesc-Marc Álvaro | Rebotes desde las antípodas
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05 may 2021 Rebotes desde las antípodas

A efectos de los dos grandes partidos estatales, la foto de la autonomía madrileña es, desde ayer, todo lo contrario de la foto que nos trajeron las elecciones catalanas del 14 de febrero: la popular Díaz Ayuso vence holgadamente y gobernará mientras sus homólogos catalanes tienen solo tres diputados y son completamente irrelevantes; los socialistas de la Comunidad de Madrid retroceden notablemente mientras el PSC logró ser la fuerza más votada, empató en diputados con ERC y se convirtió en el principal partido de la oposición en el Parlament. El centro del Estado continúa siendo un feudo conservador mientras el PSOE pierde posiciones como alternativa desde la izquierda, en beneficio de Más Madrid. Tiene su miga que los de Arrimadas desaparezcan de la Asamblea madrileña mientras en el Parlament resisten, a pesar del batacazo.
 
El mapa político de la Comunidad de Madrid como las antípodas de Catalunya. En medio, el Gobierno de Pedro Sánchez, que deberá reflexionar sobre los rebotes inesperados de ese movimiento temerario de piezas que comenzó en Murcia, a instancias de los gurús de la Moncloa, para fortalecer, en teoría, a un partido en liquidación como es Ciudadanos. Sánchez se ha implicado intensamente en esta batalla y, por tanto, sale trasquilado, algo que la lideresa resumió de este modo: “El sanchismo no ha entendido lo que es Madrid”. Pero de ahí no puede extrapolarse mecánicamente que haya cambiado la suerte del líder del PSOE, pues el microclima político de la capital no se reproduce en las elecciones generales, incluso si Pablo Casado capitalizara –y eso no es seguro– el triunfo de la baronesa popular con más proyección.
 

En la medida en que Sánchez siga jugando del centro hacia la izquierda, no tiene por qué corregir su agenda catalana

 
¿Y qué rebotes podemos esperar en la incierta política catalana, pendiente todavía de un acuerdo para formar Govern? Todo depende de si, desde hoy, Sánchez altera, modifica o modula su apuesta por la mayoría parlamentaria que sostiene su Gabinete y sus políticas, la cual incluye a ERC y a Bildu, además del PNV y de los cuatro diputados del PDECat que ejercen bajo las siglas de Junts. Es difícil, teniendo en cuenta que, además, Cs es hoy un grupo al borde del derribo forzoso.
 
Por otro lado, si Sánchez postergase la tramitación de los indultos de los presos del procés y si no reactivara la mesa de diálogo sobre la situación catalana, parecería que teme a los populares, lo cual no casaría con un dato esencial: si la estrategia de Ayuso (la que ha escrito Miguel Ángel Rodríguez) fuera copiada por Casado en las próximas generales, el centro político quedaría más fácilmente en manos de los socialistas, extremo que también se vería favorecido por la extinción del partido naranja. ¿Miedo a Casado cuando todo le lleva a acercarse a Vox? En la medida en que Sánchez siga jugando del centro hacia la izquierda, no tiene motivos para corregir su agenda catalana.

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