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Francesc-Marc Álvaro | El laboratorio local del 23
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05 jul 2021 El laboratorio local del 23

Por debajo y desde la periferia hacia el centro. Muchas de las grandes transformaciones políticas del último cuarto de siglo en Catalunya han empezado desde los ayuntamientos. ¿Ejemplos? El Govern tripartito no habría sido posible en el 2003 sin la experiencia previa de varios gobiernos municipales donde fueron socios PSC, ICV y ERC, a menudo para acabar con el predominio convergente en ciudades y comarcas emblemáticas; el ascendiente de la CUP no se habría materializado sin los años de trabajo local de los anticapitalistas, buscando la conexión con las nuevas generaciones; el pospujolismo de Mas no habría tenido tropas sin la profunda renovación de caras que CDC hizo, por necesidad, cuando los viejos tótems declinaban; los republicanos no se sentirían ahora fuertes ante el PSC si no hubieran empezado a moverse, hace bastante tiempo, en los entornos metropolitanos para entrar en consistorios donde ERC era una marca desconocida…
 
Alcaldes y concejales tienen en las manos un enorme laboratorio político, en medio de todas las tensiones que se generan en una Catalunya ciudad donde lo rural, lo urbano y lo suburbial se han convertido en etiquetas que ya no significan nada de lo que significaban cuando se restableció la Generalitat. Por todo eso las futuras municipales en España, las de mayo del 2023, serán una prueba importantísima para las fuerzas independentistas. Las embrolladas relaciones entre ERC y Junts –que explican a fondo los periodistas Oriol March y Joan Serra Carné en el libro Enemics íntims – vivirán entonces un momento crítico. ¿Quién obtendrá más alcaldías y más concejales donde hay más población? Republicanos y junteros pretenden aprovechar esa cita electoral para dejar atrás al socio-competidor, en lo tocante al peso institucional y a los órganos de coordinación local (consejos comarcales y, sobre todo, diputaciones), de los que dependen recursos, cargos e influencias.
 
El partido de Puigdemont quiere captar a los alcaldes y concejales elegidos bajo la marca PDECat, que no son pocos. Las siglas posconvergentes que lidera Àngels Chacón no entraron en el Parlament, pero articulan unos sectores significativos en el segundo anillo metropolitano y el rerepaís . ¿Qué harán estos ediles cuando los telefonee Puigdemont y los visite Turull? La tradición de este espacio coloca al president o expresident por encima de todo lo demás, conviene saberlo. Este escenario no se puede desligar del reparto de poder en Junts, donde Jordi Sànchez se ha convertido (en sintonía con Waterloo) en la figura que toma las grandes decisiones, a pesar de las críticas de los que quieren que eso lo hiciera otro. Tampoco hay que perder de vista a Puigneró ni los movimientos de Elsa Artadi, el altavoz más potente contra el pragmatismo de los socios y las palabras de Pedro Sánchez. En ERC, en cambio, el reparto de funciones entre Aragonès y Junqueras está pensado para evitar malentendidos y aprovechar lo mejor de dos perfiles muy diferentes y complementarios.
 
Con todo, la clave será esta: en mayo del 2023, ya sabremos si la mesa de diálogo ha producido un roscón o una rosquilla.

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