18 mar 2022 Los Roper en el Govern
En Catalunya, gobiernan los Roper. Para los que no sean boomers, vamos a explicar de quiénes hablamos. En los setenta, George y Mildred Roper eran los personajes secundarios de una sitcom británica de mucho éxito, titulada en España Un hombre en casa. Generaron un spin-off, también muy popular, que tenía como eje las peripecias de este matrimonio, que andaba siempre a la greña. Los Roper no se soportaban, pero el divorcio no entraba en sus planes. Sus desventuras y reproches nos hacían reír. Los constantes desencuentros de los Roper catalanes –el matrimonio de ERC y Junts en la Generalitat– nos fatigan, nos desaniman y nos aburren.
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Las destempladas declaraciones de Gabriel Rufián sobre los contactos del entorno de Carles Puigdemont con personas más o menos cercanas al poder en Rusia han dado lugar a un nuevo choque entre dirigentes de ERC y de Junts. La cosa se ha cerrado con unas disculpas a medio gas de Rufián mientras la ciudadanía comprueba, una vez más, lo mucho que se detestan los socios que hoy tienen la responsabilidad de dirigir el autogobierno. ¿Por qué no rompen de una vez?, se pregunta todo el mundo. Porque son como los Roper, respondo yo: se han acostumbrado al intercambio diario de invectivas. Que esto sea un espectáculo o que dañe a la institución es algo que no les preocupa.
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ERC puede contemplar eventuales alianzas con comunes y PSC; Junts no tiene alternativa
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Tamara Tenenbaum, en El fin del amor, cita los trabajos de Eva Illouz que nos ilustran sobre una tendencia que se nos impone: “Todo el tiempo nos encontramos comparando a nuestra pareja no solo con las parejas que conocemos o creemos que conocemos, sino, también, con una especie de candidato ideal inmejorable que podría estar esperándonos allá afuera”. ¿Están republicanos y junteros comparando posibles socios mientras se pelean? Sobre el papel, las expectativas de cambio de pareja son muy diferentes para unos y otros.
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ERC puede contemplar eventuales alianzas con los comunes y, tal vez, con el PSC (en Madrid el apoyo republicano al Ejecutivo de Sánchez sienta un precedente), pero Junts no tiene alternativa a su actual pareja de baile, aunque el pacto con los socialistas en la Diputación de Barcelona provoca dudas. Así las cosas, en los Roper catalanes, como en cualquier pareja, tiene la sartén por el mango el partido con más números de teléfono para montarse una cita con otros.