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Francesc-Marc Álvaro | Un home sensible com cal
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12 nov 2011 Un home sensible com cal

Jorge Fernández Díaz ha dado la buena nueva en este diario, entrevistado por Iñaki Ellakuría: “Rajoy será un presidente del Gobierno sensible con Catalunya”. Ahora sí que estoy tranquilo. Es muy bonito poder arrastrar los problemas políticos hacia el terreno de la psicología de la pareja. Y, si son problemas históricos, todavía más. Rajoy aquí va de macho que quiere seducir a Catalunya y, para intentarlo, hace bandera de uno de los valores del hombre contemporáneo que no quiere ser confundido con el de las cavernas. Hace unos años, al individuo masculino que quería desmarcarse de los tópicos del macho ibérico le llamaban metrosexual. La sensibilidad es muy importante, pero también la memoria. Porque Catalunya, a pesar de ser una mujer maltratada que no acaba de tener suficiente autoestima para liberarse de quien le hace la vida imposible, recuerda que el PP llevó el nuevo Estatut al TC, en medio de propagandas mentirosas, sólo equiparables a las producciones Zaragoza.

La sensibilidad es como la caridad: un gesto. Podemos ser sensibles o insensibles. Para hacer política democrática la sensibilidad nunca sobra, como la simpatía. Pero el nudo gordiano de las relaciones Catalunya-españa pasa por la justicia no por la sensibilidad, excepto si se trata sólo de poner al día el “regionalismo bien entendido”.

Circula que Mariano Rajoy aceptará hablar de un nuevo sistema de financiación a cambio de menos catalán en la escuela, un trato hipotético que no sería nada sensible.

¿Mas y Duran están preparados para esta oferta?

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