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Francesc-Marc Álvaro | Política vaciada
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04 feb 2022 Política vaciada

Escucho en la radio a una candidata de la plataforma España Vaciada (que tuvo cargos en Ciudadanos) que dice que su nuevo partido no se mueve por ideología, sino por cosas concretas como guarderías, hospitales, cuarteles de la Guardia Civil, carreteras… Lo dice tan pancha y tal vez se lo crea. No sé si es peor que lo piense o que sea un caso más –uno de tantos– de impostura monumental. ¿Falta de luces o embuste? Me fascina que una persona que se ha metido en la arena de la política sea capaz de soltar tamaña sandez, como si la ideología fuera un estorbo, una excrecencia, una chepa que aparece en la gestión pública para joder a la buena gente que –como es sabido– no es de izquierdas ni de derechas, ni todo lo contrario.
 
¿Sombras alargadas de la larga educación franquista? Tal vez. “Hagan como yo: no se metan en política”. La frase se atribuye al dictador y tendría una versión actualizada: “Hagan como yo: no tengan ideología”. Todo esto es muy viejo, muy sobado. Negar la ideología esconde siempre algo que, a medio camino de la tecnocracia y los salvadores de la patria, aterriza en pantanos peligrosos. Demasiado pronto los de España Vaciada se apuntan al populismo más facilón, el de “vamos a hablar de lo que de verdad interesa a la gente”. Al final, tendremos una política vaciada. Y tendremos una democracia mini en la que Casado parecerá un premio Nobel.
 

Demasiado pronto los de España Vaciada se apuntan al populismo más facilón

 
Si la ideología molesta, no es extraño que fluya en otros predios, verbigracia el show para elegir el concursante español en el Festival de Eurovisión. Basta con escuchar y leer las interpretaciones doctrinales (muy sobrecargadas) que se están haciendo de las canciones que aspiraban a representar a RTVE. Le llaman guerra cultural, pero es el sucedáneo de esa ideología que molesta cuando se habla de la reforma laboral, el reconocimiento de la pluralidad nacional, las mascarillas injustificadas en la calle o la ley mordaza, todavía vigente. Se ha dicho todo: que si Tanxugueiras representan otra forma de hacer España, que si Rigoberta Bandini encarna el empoderamiento femenino, que si Chanel (la ganadora) es más de lo mismo… ¿De veras?
 
Idea para una teleserie calamar española: se anulan todos los comicios y el gobierno se decide mediante un Benidorm Fest, cada cuatro años. Presentado por González y Aznar, claro está.

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